domingo, 27 de noviembre de 2011

el dia de muertos

La celebración del Día de muertos tiene un origen prehispánico, recordando que para la ideología azteca la muerte no era algo a lo que temía, porque representaba que el espíritu de las personas continuaba su camino y resultaba una especie de liberación del sufrimiento. Por otra parte, el destino de las almas dependía de la forma en que murió la persona, característica que contrasta con la ideología cristiana donde el destino del alma depende de los actos cometidos en vida.
Los tzompantli o lugares de cráneos eran comunes para el pueblo azteca y eran estructuras en formas de torres formadas por vigas, en donde se coleccionaban cráneos humanos que pertenecían a cautivos de guerra sacrificados, por lo que podemos decir que la muerte en el pueblo azteca era algo tan común e importante como el concepto de la vida.
Los aztecas no temían ante Mictlantecuhtli, el dios de la muerte y tal vez por esta razón la presencia de la muerte siempre ha estado presente en el pueblo mexicano y es el motivo que nos diferencia de otros pueblos que sólo pueden percibir su aspecto trágico. En México, la muerte puede ser tratada con un tono jocoso, de fiesta y colorido, como en el Día de Muertos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

20 de noviembre

La Revolución mexicana fue un conflicto armado, iniciado el 20 de noviembre de 1910 con un levantamiento encabezado por Francisco I. Madero contra el presidente Porfirio Díaz. Se caracterizó por varios movimientos socialistas, liberales, anarquistas, populistas y agrarios. Aunque en principio era una lucha contra el orden establecido, con el tiempo se transformó en una guerra civil; suele ser considerada como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México.
Los antecedentes del conflicto se refieren a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz encabezó el ejercicio del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 33 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato.